Relajada, comienza la sintonización ... la música me transporta ... y no sé si lo que cuento ocurrió en este mismo orden pero las lágrimas estaban en mis ojos .... ¿que pasa? Me preguntaba a mi misma. Nada, me respondí, limítate a sentir ..... y ellas se iban y volvían .... al igual que las imágenes que intentaba retener ...
Y entonces sentí, que justamente lo que estaba sintiendo es lo que he había estado esperando durante toda mi vida y estaba ocurriendo. ¿¿¿Cómo no iba a llorar de emoción???? Por fin!!!! Todo cobró sentido, todo sufrimiento carecía de importancia, porque al fin ... había llegado .... había encontrado el camino de vuelta a casa ... El sentimiento era muy intenso ... no necesitaba ni podía hablar ...
El día de la madre me regalaron un libro Manos que curan de Barbara Ann Brennan.
Al abrírlo y lo primero que leí fue:
"Dedicamos este libro a todos aquéllos
que viajan por el camino del regreso"
!Qué bien se siente una en casa!
Berta.