Muchas veces vivimos tan deprisa que con suerte nos damos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor pero ¿y de lo que ocurre en nuestro interior?
Nos da miedo pensar, sentir, parar porque de alguna forma eso nos obligaría a tener que replantearnos algunos temas, como por ejemplo, nuestras prioridades en la vida.
Nos da miedo en otras ocasiones porque pensamos que pensar nos queda grande y nos ...
Nos da miedo pensar, sentir, parar porque de alguna forma eso nos obligaría a tener que replantearnos algunos temas, como por ejemplo, nuestras prioridades en la vida.
Nos da miedo en otras ocasiones porque pensamos que pensar nos queda grande y nos ...
da miedo volver a sentir, volver a creer en el amor y preferimos vivir de forma irreal.
A finales de agosto, una persona que me ha dado su permiso para compartir esta reflexión manteniendo su anonimato, me escribió. Me decía que ya no podía más, que su estado de ánimo no le gustaba, que de tanto tener miedo se sentía débil y derrotada. Sentía que el miedo le había ganado.
Fueron 4 las sesiones de Reiki que le dí y a partir de la segunda comenzó a experimentar una fuerza interior que le ha devuelto sonrisas, momentos felices, ganas de sentir, de abrazar, de volver amar; ha ganado confianza en sí misma y sobre todo se ha dado permiso para ser tal y como es y para ser feliz.
A finales de agosto, una persona que me ha dado su permiso para compartir esta reflexión manteniendo su anonimato, me escribió. Me decía que ya no podía más, que su estado de ánimo no le gustaba, que de tanto tener miedo se sentía débil y derrotada. Sentía que el miedo le había ganado.
Fueron 4 las sesiones de Reiki que le dí y a partir de la segunda comenzó a experimentar una fuerza interior que le ha devuelto sonrisas, momentos felices, ganas de sentir, de abrazar, de volver amar; ha ganado confianza en sí misma y sobre todo se ha dado permiso para ser tal y como es y para ser feliz.